Jorge Quevedo hizo un repaso de lo vivido desde su ingreso a la internación hasta que fue dado de alta. "Realmente la pasé muy mal, pero hasta que no te toca no sabés realmente lo peligroso que es", afirmó el "Toro".
Embargado por la emoción, dijo: "Estoy en mi casa desde hace una hora, después de 25 días".
El artista cordobés, hizo referencia a lo mal que la pasó: "Fue muy difícil, se complicó con todas las neumonías posibles y realmente nací de nuevo y volví porque estuve muy grave".
Sobre su proceso de internación, contó: "Yo entré el jueves a la mañana y estuve el jueves y viernes en sala común en una habitación común. Después el viernes a la tardecita viene un médico y me dice, porque ya me faltaba un poquito el aire, ´te vamos a llevar a terapia para controlarte´. Ahora me doy cuenta que era para controlarme mejor porque la cosa se estaba poniendo fea. Estuve varios días en terapia. Realmente la pasé muy mal. Hasta que no te toca realmente, no sabés lo peligroso que es".
Jorge "El Toro" Quevedo, afirmó que su familia fue un pilar indispensable: "Cuando estaba más o menos, antes que estuviera grave, había una ventanita al costado y a eso de las doce los esperaba, porque todos son de sonrisa muy amplia, los tres y cuando se iban, rogaba a Dios verlos. Verlos de nuevo por la ventana", dijo mientras se le entrecorta la voz por la voz por la emoción.
Por esto, destacó la fuerza que recibió desde afuera de la sala de internación, ya que fue precisamente eso lo que le ayudó a no bajar los brazos: "soy muy fuerte y a parte gracias al amor de la familia, todos los amigos, el apoyo de todos ustedes, toda la gente, así que afortunadamente estoy de nuevo acá", dijo.
Con respecto al Coronavirus, y al descreimiento que mucho tienen, expresó: "Hay que creer, hay que creer. Cuidarse, no juntarse, saludar con el puño. Hay que darle bolilla realmente, porque es grave si pasa a mayores como me pasó a mí, como le está pasando a muchísima gente hoy, en este minuto. Es para darle importancia, porque realmente es un virus no para tenerle miedo, sino para cuidarse. Es la forma correcta de seguir viviendo", cerró Quevedo.
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