La trágica muerte de Ricardo Oliva y sus tres hijos, Thiago (12), Miqueas (11) y Liz (8), conmocionó a toda la provincia de Córdoba.
La familia regresaba a Arroyito luego de asistir a un cumpleaños en la ciudad de San Francisco cuando, en plena ruta nacional 19, su vehículo fue embestido desde atrás por un Volkswagen Bora.
A raíz del violento impacto, el Fiat 147 en el que se trasladaba la familia salió despedido contra un guardarraíl y cuatro de sus ocupantes fallecieron en el acto.
En el vehículo también viajaban dos adolescentes, hijas de Martina Oliva —hermana de Ricardo—, quienes milagrosamente sobrevivieron al choque.
Ahora, tanto Martina como su hermano Gerardo reclaman justicia por las pérdidas irreparables. “La más grande recuerda todo. Están muy shockeadas”, relató.
La causa judicial avanza y está marcada por un dato clave: el joven que conducía el Bora, Franco Sosa, de 19 años, tenía la licencia de conducir inhabilitada al momento del siniestro.
“La situación es muy compleja. Estamos frente a una persona que no debía estar conduciendo”, explicó Marina Romano, abogada querellante de la familia Oliva.
Mientras tanto, en Arroyito, el dolor es profundo. “Mi hermano era muy querido, una persona buena, amoroso con sus hijos y sin problemas con nadie”, expresó con emoción Gerardo Oliva.
“Queremos que no sea un caso más. Yo se que a mi hermano nadie me lo va a devolver, pero queremos justicia”, finalizó.
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