El Nuevo Hospital San Roque puso en funcionamiento su guardia central remodelada, con espacios ampliados y tecnología mejorada para atender emergencias con mayor eficiencia.
Ahora cuenta con dos camas en shock room para pacientes en estado grave, cinco camas para internación transitoria (dos con aislamiento) y diez sillones destinados a casos que requieren observación por períodos breves. También se sumaron tres camillas para atención traumatológica.
La obra incluyó no solo infraestructura, sino también la renovación completa del mobiliario y la incorporación de aparatología médica. En total, la inversión superó los 250 millones de pesos.
Uno de los avances destacados es la instalación de paneles de gases médicos en cada consultorio, lo que permite mejorar los protocolos de atención y aumentar la seguridad en los procedimientos. Además, se habilitó un nuevo consultorio exclusivo para triage y se reacondicionó la sala destinada al equipo médico.
Durante la puesta en marcha, el ministro de Salud provincial, Ricardo Pieckenstainer, subrayó la importancia de estos cambios para el funcionamiento del hospital.
Por su parte, la directora del establecimiento, Gabriela Nis, señaló que las mejoras no solo impactarán en los pacientes, sino también en las condiciones laborales del personal.
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