El 10 de octubre de 2018, Valeria Reynoso ingresó al Hospital Privado de Córdoba para realizarse una cirugía estética, superó bien la intervención y en la sala post operatoria sufrió un estado de deficiencia de oxígeno que la dejó en estado vegetativo.
Después de seis años de investigación, la Justicia lleva al banquillo de los acusados a tres profesionales: dos médicos anestesistas y una enfermera. El proceso judicial inicia este jueves 22 y buscará determinar sus culpabilidades.
Dos de los tres hijos de Valeria Reinoso, Lucía y Bruno Fiorelli, confesaron que vivir con su mamá en estado vegetativo es muy difícil.
Ese 10 de octubre de 2018 algo falló y derivó en el gravísimo cuadro de la mujer. Su cirugía se desarrolló normalmente y cuando salió pasó a una sala postoperatoria donde sufrió una intoxicación por opiáceos (medicamentos para tratar el dolor).
En esa sala estuvo por un tiempo prolongado con un paro respiratorio que le provocó una hipoxia cerebral y un desastre en su cerebro, así lo indicaron sus familiares a medios oficiales.
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