En el ámbito administrativo, intervino la Dirección General de Control de Conducta Policial, que dio inmediata participación al Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad y puso al funcionario en situación pasiva.
Este caso se suma a una preocupante serie de uniformados presos por delinquir en los últimos tiempos en Córdoba.
El miércoles, dos policías fueron detenidos por delitos de instancia privada: uno acusado de violar a una mujer en una comisaría y el otro por agredir a una mujer de su familia. El martes, un expolicía fue apresado por asaltar a un taxista en Córdoba. Días atrás, una agente del área de emergencias 911 fue detenida por colaborar con una banda de delincuentes, proporcionándoles datos vitales a los cabecillas de una organización dedicada a robar autos.
A pesar de las promesas de intensificar y mejorar los controles y la capacitación de los uniformados, no dejan de producirse serios escándalos con efectivos tanto en la capital como en el interior de la provincia. En los últimos meses, varios policías han sido acusados de violación, violencia familiar, participación en bandas delictivas, venta de drogas y otros graves excesos.
Existe una alta preocupación en los principales despachos de la Policía provincial y del Ministerio de Seguridad. “Nos preocupa el hecho”, dijo el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, tras conocerse la detención de un policía por violación. Quinteros, quien está por cumplir siete meses al frente de la cartera, añadió: “Tenemos más de 20 mil policías en actividad y algunos se desvían del camino. Nos preocupa mucho la capacitación. Aquí no hay buenos y malos policías, hay policías y delincuentes que se disfrazan de policías”.
Además, en la fiscalía de Javier Di Santo, en Río Cuarto, avanza la investigación contra otro uniformado preso por violar a una detenida en la Alcaidía de la Departamental. Otras cinco detenidas también lo denunciaron.
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