La desregulación del mercado del gas envasado entra en vigencia y ya genera preocupación en los hogares que dependen de este sistema. Según datos oficiales, el 46,3% de los hogares en Argentina utilizan garrafas para abastecerse de gas, especialmente en zonas sin red de gas natural.
Con la nueva medida, dejan de existir los precios de referencia, se libera la importación y exportación, y el Estado solo mantendrá su intervención en cuestiones de seguridad. En los comercios que venden garrafas hay incertidumbre, algunos ya recibieron listas con aumentos del 10% para el butano y 20% para el propano, mientras que otros aún mantienen los valores actuales.
Actualmente, los precios rondan los $12.000 para la garrafa de 10 kilos, $19.000 la de 15 kilos, y $47.000 para el tubo de 45 kilos de propano. A pesar de que la demanda no se incrementó tras el corte generalizado de GNC, la ola de frío sí generó un repunte en las ventas.
Desde los puntos de distribución aseguran que todavía es difícil prever el impacto de la desregulación en el precio final. “No está claro si esto va a hacer bajar los precios, como se dice. Por ahora, solo llegan listas con aumentos”, afirmó un comerciante.
Cabe recordar que en diciembre pasado el precio ya había subido un 5%, y los usuarios temen que la tendencia se mantenga en alza, justo en plena temporada invernal.
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