La fábrica de motores eléctricos para electrodomésticos, WEG, despidió a más de 35 operarios sin dar explicaciones claras sobre los motivos. Los telegramas de despido comenzaron a llegar el viernes pasado, sumando una preocupante incertidumbre entre los empleados.
Según declaraciones de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), la apertura a la importación redujo la necesidad de componentes fabricados localmente, lo que podría haber influido en esta decisión de la empresa.
La reacción de los trabajadores no se ha hecho esperar. Desde la madrugada, los despedidos se congregaron en la puerta de la fábrica, mientras que el resto de los empleados decidieron realizar una asamblea conjunta, decidiendo parar la producción y bloquear los portones como medida de protesta.
Este despido masivo se suma a la situación ya tensa en el sector, tras los recientes despidos en MABE, una de las principales empresas a la que abastece WEG.
Comentarios