Luego de años de denuncias de los vecinos, la policía de Córdoba intervino en una fiesta clandestina que reunía a más de 300 personas en una propiedad de Villa Allende Parque, en la intersección de Rincón de Luna y Arroyo Cabral. El operativo, llevado a cabo en la madrugada del domingo por el Ministerio de Seguridad, logró desactivar el evento que se desarrollaba en condiciones peligrosas y sin autorización.
El ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros, explicó que este lugar, considerado un sitio emblemático, había sido denunciado por más de una década. Este fue el tercer intento de intervención, pero la primera vez que se concretó con éxito. La actividad, que no contaba con habilitación alguna, cobraba entrada y vendía alcohol dentro de una antigua vivienda adaptada como centro de eventos nocturnos.
“Por fuera parece una casa, por dentro es un boliche ilegal”, indicó Quinteros, quien agregó que estaban comenzando la fiesta cerca de las 9 de la mañana. Además, el ministro mencionó que los organizadores podrían tener vínculos con otros locales nocturnos como Tequila y Coyote, y con el Clan Moyano, grupo con influencia en la vida nocturna de Córdoba. Por el momento, los nombres de los responsables permanecen reservados, aunque ya fueron identificados y serán presentados ante la Fiscalía.
El operativo fue conjunto entre el Ministerio de Seguridad y la fiscalización municipal de Córdoba, en respuesta a reiteradas denuncias vecinales. Aunque aún no hay detenidos, las autoridades aseguraron que continuarán con las acciones judiciales correspondientes y que tienen a los presuntos organizadores bajo investigación.
El ministro Quinteros resaltó además el riesgo que implica este tipo de eventos, por las condiciones inseguras y la sobrepoblación. “Cualquier incidente podría haber causado una tragedia. El lugar no está preparado para esa cantidad de personas”, advirtió, subrayando la peligrosidad de las fiestas ilegales.
Fuente Informativa: Cadena 3
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