Portada  |  09 marzo 2021

De testimonio dramático a memes bizarros: la increíble historia de la escultura de Ana Frank

Juan José Torres es el encargado de un edificio ubicado en la calle Obispo Oro de barrio Nueva Córdoba, a pocas cuadras del sitio donde está emplazado el monumento a Ana Frank, sobre la avenida Poeta Lugones próximo a la plaza España. En diálogo con Telefe Noticias Córdoba afirmó que en la tarde de ayer encontró la cabeza de la escultura tirada al lado de un contenedor de residuos. Primero pensó que se trataba de una cabeza de telgopor, o de un maniquí, pero luego advirtió que tiene todas las similitudes con la que fue arrancada en agosto de 2013 del monumento. Especialistas analizarán hoy el hallazgo para determinar si pertenece a la obra auténtica.

Córdoba

Luego de siete años y medio de que fuera arrancada del monumento de Ana Frank, fue encontrada la cabeza que sería de esa obra escultórica vandalizada en agosto de 2013. Juan José Torres, el encargado de un edificio de barrio Nueva Córdoba se sorprendió ayer a la tarde, cuando le llamó la atención una cabeza tirada en el piso, al lado de un contenedor de basura ubicado en la calle Obispo Oro.

"Primero pensé que era una cabeza hecha de telgopor, de un maniquí o como las usadas en peluquería, pero es de cemento y tiene hierros de construcción que unen el cuello con el cuerpo", relató Torres ante Telefe Noticias Córdoba.

"Allí recordé que hace varios años había sido destruida la escultura que está ubicada a pocas cuadras de aquí. Busqué datos en Internet y veo que es igual a la obra original; llamé a varios museos para que determinen si realmente corresponde a la pieza auténtica y que termine en buenas manos", explicó Torres.

Vandalismo y restauración polémica

En agosto de 2013 la escultura en homenaje a Ana Frank fue destruida durante una manifestación estudiantil y su cabeza nunca apareció hasta hoy, que Juan José Torres dio aviso del hallazgo frente al edificio donde trabaja como encargado.

Sin embargo, el monumento siguió protagonizando noticias por su restauración, alternadas con burlas cuando se le colocó una cabeza totalmente desproporcionada y con rasgos que nada tenían que ver con la obra original.

 

"Ecce homo a la cordobesa": la restauración inaugurada en junio de 2014 fue motivo de burlas hasta en medios internacionales

El escultor que no fue

El arquitecto Isaac Nahmias -quien fue titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas DAIA cuando se emplazó la obra original- manifestó ser el autor de la escultura y se hizo cargo de la restauración, que fue inaugurada por el entonces intendente Ramón Mestre por el 85° aniversario del nacimiento de Ana Frank.

"La original fue hecha por mí, pero tuvimos un problema de tiempo, porque había que llegar a una fecha, que era el cumpleaños de Ana Frank y no se llegaba con la escultura totalmente terminada, de modo que hice algo provisorio; en unos 20 o 25 días va a estar terminada la cabeza original y se va a volver a cambiar ésa”, se defendió entonces Nahmias ante los medios de comunicación.

Sin embargo, la polémica y la propagación de burlas por el resultado develaron otra realidad: el escultor de la obra original era el artista plástico Carlos Belveder, cuya autoría fue ignorada en todos los actos públicos, plaquetas y homenajes a Ana Frank rendidos en torno a la escultura. Los honores se los llevó Nahmias, quien en realidad había contratado a Belveder, pero luego el escultor ni siquiera fue invitado a la inauguración de la escultura y Nahmias se atribuyó desde entonces ser el autor de la obra. 

En la cuenta de Facebook de Belveder, había publicadas imágenes del artista trabajando en la escultura original.

Foto: Facebook Carlos Belveder

Finalmente, en diciembre de 2014 llegó el momento de la reivindicación de Belveder, quien se hizo cargo de la restauración para reemplazar la cabeza que fue motivo de ridiculización. 

A partir de ese momento se completó la obra que continúa emplazada frente a la plaza España, como un homenaje a las víctimas judías del holocausto nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Ana Frank fue una niña alemana de origen judío, que sobrevivió dos años y medio ocultándose con su familia de las fuerzas armadas de Hitler. Durante esos años escribió su famoso diario contando los pormenores de su supervivencia bajo la persecución nazi.
Tras el hallazgo de su escondite en Amsterdam (Holanda), fue enviada al campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y luego a Bergen-Belsen, donde murió de tifus en 1945, a los 15 años de edad.
Su padre fue el único familiar sobreviviente del genocidio nazi y publicó el diario que Ana escribió en cautiverio.

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