El domingo por la tarde, dos delincuentes ingresaron a un complejo de canchas de fútbol de barrio Villa Boedo y se llevaron cables subterráneos y reflectores del sistema de iluminación. El propietario, Diego, aseguró que el hecho ocurrió a plena luz del día.
Según relató, “han robado los cables subterráneos que alimentan las canchas”. Estima que el perjuicio total ronda entre tres y cuatro millones de pesos en materiales y trabajos de reposición: “Son cifras millonarias, trabajo para ellos estos últimos meses”, expresó con impotencia.
El robo fue captado por las cámaras de seguridad del predio. En las imágenes se ve cómo uno de los jóvenes rompe una ventana con una maza. “Tenemos las filmaciones, son menores por lo que se ve”, explicó Diego, que ya realizó la denuncia correspondiente.
No es la primera vez que el lugar sufre un hecho de inseguridad. “Esta es la cuarta vez. Las otras veces han sido más chicos los robos, pero el de ayer fue tremendo”, contó. Además, criticó la falta de respuestas oficiales: “Recién que se han enterado porque empezaron a salir las notas, se ha llegado un comisario a dar una vuelta”, dijo.
A pesar de las pérdidas, el propietario intenta recuperar la actividad lo antes posible. “Hay que ponerse a trabajar para ver si entre hoy a la noche o mañana ya podemos volver a trabajar”, comentó. Y resumió el sentimiento que le queda tras cada ataque: “Bronca, impotencia. Es trabajar para ellos, no es otra cosa”.
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