Hace tres meses, un grupo de jubilados se acercó al centro vecinal de Los Paraísos con un pedido urgente: necesitaban un plato de comida. La situación era crítica, y los vecinos no dudaron en responder. Desde entonces, el centro se convirtió en un espacio fundamental para quienes cobran la mínima y no llegan a fin de mes. Actualmente, 36 adultos mayores reciben viandas a diario, y otras 15 personas esperan poder sumarse a la asistencia.
Laura es una de las jubiladas que acude al comedor de lunes a viernes. “Cobro la mínima, son 260 mil pesos porque tengo créditos que me descuentan todos los meses”, contó. Explicó que a fin de mes ya no le queda nada, y que intenta sostenerse con trabajos de costura, aunque su vista ya no la acompaña. Sobre los fines de semana, añadió con una sonrisa: “Sábado y domingo, es muy rico el mate cocido con pan”. Y con más seriedad reflexionó: “Los viejos, que hemos aportado durante tantos años, cobrar lo que cobramos y tener que pedir un plato de comida... no digo que sea humillación, pero ¿por qué hacerlo, si yo podría tener en mi hogar lo suficiente para mantenerme?”.
Pablo también asiste al comedor y contó que su jubilación le alcanza solo hasta el 15 de cada mes. “Después subsisto con lo que me queda que he comprado en el supermercado”, dijo. Aseguró que no es el único en esa situación: “Somos todos”. Comentó que recibe algunos medicamentos, pero otros debe comprarlos. “Vengo a buscar un platito de comida, nada más”, expresó con tristeza. “No es lindo tener que venir a pedir comida, a nadie le gusta”, lamentó.
Carlos, uno de los responsables del centro vecinal, explicó que el proyecto funciona íntegramente a pulmón. “Empezamos con un grupo chico, hoy ya tenemos 36 a quienes les estamos entregando y 15 en lista de espera”, señaló. “Es muy difícil decirles que no a un plato de comida”. Gracias a la colaboración de vecinos y comerciantes, el centro pudo sostener la asistencia sin interrupciones: “En los tres meses que llevamos, no hemos fallado ningún día”.
Silvia, una de las cocineras, contó que muchas veces deben ajustarse con los ingredientes y utensilios: “Tenemos arroz con lentejas y un tuco. Lo que nos limita un poco es no tener la suficiente cantidad de ollas. Cada día son más”.
El centro vecinal abre de lunes a viernes, de 10 a 15 horas, en Francisco de Valles y Lope de Vega. Quienes quieran colaborar pueden comunicarse con el presidente de la institución, Leandro Politano, al 3515464043. “El que pueda colaborar, bienvenido sea. Qué más quisiéramos nosotros que poder ayudar a todo el que lo necesita”, concluyó Carlos.
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