Los equipos de Ricardo Zielinski tienen siempre su ADN. Son sólidos en defensa, porque se construyen de atrás hacia adelante; y ganarles siempre es una tarea tediosa y complicada. Por eso siempre suma. Y, cuando esa solidez se traslada a los responsables del ataque, gana. Eso fue lo que sucedió en la noche rosarina del viernes, donde Belgrano le ganó 2-0 a Independiente en el Gigante de Arroyito, por los octavos de final de la Copa Argentina.
Y no era fácil la tarea de Zielinski, porque no podía contar con Nicolás “Uvita” Fernández ni Lucas Passerini, ambos suspendidos. Y con muchos jugadores que se recuperaron a contrarreloj: Federico Ricca, Santiago Longo, Lucas Zelarayán y Franco Jara. Justamente los últimos dos fueron los autores de los goles, que depositaron al Pirata en cuartos de final.
En el cierre del primer tiempo, Gabriel Compagnucci lanzó un centro al área que encontró la figura de Jara en el aire, quien conectó la pelota con la red tras un cabezazo formidable. Justicia. Porque el conjunto de Alberdi fue de menos a más y dominó gran parte de la etapa inicial.
En el complemento poco pudo hacer Independiente, que jamás encontró la llave para abrir la última línea de Belgrano. A los 26 minutos, el “Chino” Zelarayán -en lo que fue su mejor partido desde el regreso- agarró la pelota en el último tercio de la cancha y puso la pelota contra el poste izquierdo de Rodrigo Rey, que no pudo hacer nada.
Belgrano espera rival. El Pirata se medirá en cuartos de final con el ganador del partido entre Atlético Tucumán y Newell’s, que jugarán el miércoles 13 de agosto.
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