El fenómeno, impulsado por una ola de aire polar, provocó un marcado descenso de las temperaturas, con mínimas de 5°C y máximas de solo 11°C, lo que convirtió al día en el más frío de la semana.
Las zonas serranas, como Punilla, Calamuchita y Traslasierra, registraron heladas y una alta probabilidad de aguanieve o nevadas, que osciló entre el 30% y el 50%. La última vez que se había registrado una nevada en Córdoba durante el mes de octubre fue en 2015, lo que subraya la excepcionalidad de este evento climático.

El contraste entre la ola de frío y el calor previo fue notable. El domingo pasado, las temperaturas alcanzaron los 29°C, pero la caída térmica llegó de manera abrupta, dejando a la provincia con un clima mucho más frío. Localidades del sur y oeste de la provincia fueron las más afectadas por las lluvias y aguanieve, que comenzaron a manifestarse desde el lunes.
Este episodio climático resalta la alta variabilidad del tiempo en Córdoba, un fenómeno que afecta tanto a la ciudad como a las zonas serranas. Además, este tipo de cambios abruptos impactan no solo en la vida cotidiana de los habitantes, sino también en actividades al aire libre, como el turismo, y en la agricultura, que puede verse afectada por las heladas tempranas.
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