Durante el fin de semana, el Ente Municipal de Fiscalización y Control, junto con la Policía provincial, desarticuló tres fiestas clandestinas en distintos puntos de la ciudad de Córdoba, donde se concentraban más de 1100 personas.
Según informaron, las fiestas no contaban con habilitación, había menores de edad, y vendían alcohol sin autorización.
Una de las intervenciones se llevó a cabo en la madrugada del sábado en una vivienda de calle Jujuy al 2324, en Alta Córdoba, donde se encontraron más de 350 jóvenes, en su mayoría menores. El operativo se activó tras una denuncia al 103.
El domingo por la madrugada, se desactivaron otras dos, una en Yapeyú al 1510, barrio San Vicente, con unas 500 personas, y otra en un taller de chapa y pintura ubicado en Villa Revol, donde se reunían cerca de 300 asistentes.
Las autoridades municipales recordaron que este tipo de eventos representan un riesgo por la falta de controles y llamaron a la ciudadanía a denunciar situaciones similares a través del número 103.
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