Mariana y Maxi comenzaron a consumir drogas desde muy jóvenes y llegaron a tocar fondo. Sin embargo, lograron salir de las adicciones y reconstruir sus vidas.
Ella estuvo 15 años inmersa en el consumo, y él, 14. El proceso no fue sencillo, pero fue posible. Mariana logró recuperarse luego de tres años de lucha constante, mientras que Maxi lo hizo en apenas tres meses.
Ambos coinciden en que hubo una persona clave en ese camino: una pastora que los ayudó a encontrar un propósito, les brindó contención y los acompañó durante todo el proceso de recuperación.
En la actualidad, dedican su vida a ayudar a otros que atraviesan situaciones similares. Desde su experiencia, buscan demostrar que salir de una adicción es posible, y que con acompañamiento y un objetivo claro, se puede volver a empezar.
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