Joaquín Sperani fue asesinado en Laboulaye por su amigo menor de edad, la causa penal por el crimen estaba a punto de archivarse, ya que el responsable es inimputable y no se encontraron pruebas sobre la participación de un tercero.
En ese contexto, la familia de la víctima presentó una demanda civil por 600 millones de pesos contra el Gobierno provincial y, en subsidio, contra los padres del asesino.
El abogado querellante Raúl Frencia explicó que el reclamo a la Provincia es por daños y perjuicios como ente rector, a través del Ministerio de Educación, de la escuela a la que asistía Sperani y también su amigo.
Las pruebas determinaron que ambos ingresaron al establecimiento. Minutos después, el asesino citó a Joaquín a una casa abandonada a pocas cuadras, lugar donde concretó el crimen.
Para Frencia, la escuela “no ejerció el deber de garantía para que no le pasara nada” a Joaquín ya que en ese horario “estaba al cuidado de la institución”
Señaló que el Gobierno provincial delega a Educación, y que la cartera a su vez delega a las escuelas “la responsabilidad de tener chicos indemnes de perjuicios”. “En este caso, el daño fue agravado por la muerte de Joaquín”, agregó.
Desde la Provincia prefirieron no emitir opiniones o valoraciones respecto a este reclamo en contra ya que “el tema se encuentra judicializado”, indicaron fuentes a este medio.
Al mismo tiempo, subsidiariamente, la familia Sperani también demandó a los padres del asesino en calidad de progenitores y responsables de los actos del chico que ahora tiene 14 años.
En el marco de esta demanda civil por 600 millones, hubo una audiencia preliminar en junio y una complementaria la semana pasada, en la que declararon siete personas. La última instancia es la decisión del juez, la cual se conocerá próximamente.
Crimen atroz
El asesinato de Joaquín Sperani causó conmoción nacional el 2 de julio de 2023. Aquella jornada fue hallado el cadáver del adolescente al que buscaban desde hacía tres días en la ciudad del sur de Córdoba.
Según la reconstrucción que hizo la Justicia, Jaoquín fue asesinado por su amigo con un hierro con punta y con pedazos de hormigón. Todo se perpetró en una casa abandonada, a la que la Policía llegó días después en medio del intenso operativo de búsqueda.
Se determinó que ambos chicos habían asistido a la escuela aquel jueves 29 de junio del año pasado. En horas de la siesta sucedió el horroroso desenlace.
Acorralado por las cámaras de seguridad de la zona, el sospechoso confesó haber matado de varios golpes a su amigo. Permaneció detenido en el Complejo Esperanza unos meses hasta que el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia ordenó su libertad y restitución a los padres, con quienes se mudó a otra ciudad de Córdoba.
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