Así operaba el esquema de la Influencer detenida por presunta estafa piramidal

La influencer Candela Salazar, reconocida en Córdoba por su presencia en redes sociales, fue detenida bajo la sospecha de liderar una estafa piramidal que afectó a varios inversores.
La joven de 27 años fue aprehendida en el Aeropuerto Internacional Ingeniero Aeronáutico Ambrosio Taravella cuando se disponía a viajar a Buenos Aires.
La investigación comenzó tras denuncias de cuatro presuntas víctimas, quienes aseguran haber perdido más de 23 mil dólares. Las autoridades sospechan que el esquema podría haber involucrado a más personas y sumas aún mayores.
¿Cómo funcionaba el esquema?
Salazar ofrecía un curso de marketing digital por un costo de 497 dólares, prometiendo transformar la vida de los participantes y convertirlos en nómades digitales capaces de trabajar pocas horas al día mientras viajaban por el mundo. Publicaciones en sus redes sociales, donde mostraba un estilo de vida lujoso y viajes exóticos, eran parte de la estrategia para atraer clientes.
El esquema, según la investigación, operaba como una estafa piramidal o esquema Ponzi. Los participantes eran incentivados a revender el curso y quedarse con las ganancias, mientras nuevos ingresos eran usados para pagar a los primeros inversores. Además, Salazar ofrecía inversiones en criptomonedas con la promesa de rendimientos mensuales de entre el 10 y el 12%, algo que dejó de cumplirse hacia finales de 2023.
La casa de Salazar, ubicada en el barrio Urca de Córdoba, fue allanada en busca de pruebas que respaldan las denuncias. En el procedimiento, también se vinculó a Nicolás Gionc, un abogado de 27 años señalado como su socio en el esquema. Según los investigadores, él se encargaba de captar clientes en gimnasios, mientras que Salazar los persuadió a través de las redes sociales.
Hasta el momento, la fiscal Lourdes Quagliatti confirmó la existencia de cuatro víctimas y un perjuicio económico de 22.900 dólares, aunque las autoridades no descartan que haya más afectados. El caso sigue en curso, mientras Salazar y su socio enfrentan cargos por estafas reiteradas.