Los chicos de 6to año del secundario del Instituto Esteban Echeverria decidieron donar sus ahorros destinados a su viaje de estudios a los niños del comedor Santa Lucía.
Una inyección de esperanza y un ejemplo de los jóvenes que renunciaron a un sueño para ayudar a un comedor en estas circunstancias donde se profundizan las necesidades de aquellos mas vulnerables.
Liliana González reflexiona sobre el gesto de estos jóvenes destacando ese aprendizaje, su empatía y la capacidad de transformar una frustración en un acto de solidaridad. Un momento para buscar un arte de vivir nuevo, buscando dentro nuestro lo mejor que tenemos y ayudar aquel que tengo cerca y una perspectiva general para mirar la realidad que vive el mundo.
Una columna llena de emoción, ¡no te la pierdas!
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