Este miércoles hablamos de una terapia creativa, que en su desarrollo puede contribuir a potenciar las funciones cognitivas del cerebro, mejorando la concentración y la memoria, reducir el stress y la ansiedad; y que además puede contribuir significativamente a mejorar la calidad de vida en el ámbito escolar a chicos que tiene dispersión atencional o dislexia entre otros trastornos.
Además de ser un arte que estimula la parte creativa de nuestro cerebro, aprender a tocar una instrumento por ejemplo contribuye a incorporar patrones estructurados que en la repetición, aprendiendo a tocar una canción y practicándola repetidamente, puede tener un impacto en el individuo en el aprendizaje de asignaturas como la matemática.
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