Jesica, dueña de la casa ubicada en barrio El Chingolo III, en la zona noreste de la ciudad de Córdoba, contó que alberga a dos hogares: en el frente vive una mujer mayor, madre de la propietaria, y en el fondo viveella junto a su esposo y sus tres hijos pequeños.
El sábado, el esposo de Jesica cayó parcialmente en el pozo, logrando sostenerse para evitar caer completamente. “Se golpeó la muñeca y las rodillas al intentar sostenerse”, explicó la mujer. Sin embargo, al intentar recibir atención médica en el Hospital Elpidio Torres por los golpes y la inhalación de líquidos cloacales, no fue atendido debido a la falta de un traumatólogo.
El incidente evidenció la magnitud del problema: el pozo, de aproximadamente 20 metros de largo, está ubicado cerca de la entrada principal de la vivienda. Además de representar un riesgo de caída y exposición a líquidos cloacales, también pone en peligro la estabilidad de la casa. “El pozo se llenó y sin darnos cuenta afectó los cimientos”, dijo la propietaria.
La situación ha forzado a la familia a dejar de utilizar agua corriente y baños en ambas viviendas. “Vamos al baño a una estación de servicio a cinco cuadras y nos bañamos con fuentones”, detalló la propietaria. El costo de reparar el pozo o construir uno nuevo, estimado en $1.600.000, es inaccesible para ellos.
Jesica afirmó que han solicitado ayuda a las autoridades, pero no han recibido respuestas concretas. “La Municipalidad no nos da soluciones. Pedimos que vengan a tapar el pozo porque la casa está en peligro, pero solo cercaron el área. Una asistente social gestionó la visita de un arquitecto, pero nunca vino. Incluso pedimos escombros para rellenar el hueco nosotros mismos, pero nos dijeron que no”, expresó. Con desesperación, concluyó: “Estamos a la deriva”.
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