En la localidad ubicada al sureste provincial, en los últimos tres meses, se registraron lluvias que equivalen al promedio anual.
En el último mes, cayeron 200 milímetros lo que dejó a la zona de campos sumergidas bajo el agua.
Así mismo, el intendente Carlos Briner, dijo que si bien el panorama es complejo, la situación está controlada. Personal de Defensa Civil continúa trabajando para solucionar los inconvenientes generados por la lluvia.
El 80% de la población cuenta con todos los servicios tales como energía eléctrica, telefonía y gas. El restante aún no ha sido restablecido.
Por otra parte, los anegamientos provocaron la interrupción tanto al norte como al sur de las rutas de acceso donde trabajan con bombas de desagote para drenar el agua.
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