Ayudada por su andador, Ángela, de 100 años, se acercó a su mesa de votación en una escuela de La Plata.
El presidente de mesa le entregó la boleta úinica ya doblada y le indicó qué debía marcar.
Su votación y su vocación cívica despertaron la emoción de todos los presentes.
“Es emocionante verla con tantas ganas de participar”, comentó uno de los presentes.
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