“Estoy cansada de golpear puertas”, parece rendirse Susana. Pero lejos del abatimiento y por su hijo Milo, Susana da una batalla más: una rifa que le dé recursos para comprar materiales de construcción y levantar su casa.
Susana R. Fernández tiene 37 años, está en pareja con un carpintero con discapacidad, de 40 años. Susana tiene tres hijos de 17 años, 10 y 4, la más pequeña también es hija de su actual pareja. Alquilan una propiedad en Resistencia, Chaco. “Vivimos de changuitas, hacemos artesanías, trabajamos con herramientas prestadas”, cuenta Susana a Telefe Noticias.
Milo Lockett, su hijo de 10, nació con el Síndrome de Treacher Collins, una condición genética poco común que afecta el desarrollo de los huesos y tejidos faciales, causando anomalías en la cara y, en algunos casos, pérdida auditiva, como le sucede a Milo, quien debe usar audífonos pero los tiene rotos.
Esta afección puede variar desde leve hasta grave, con diferentes niveles de afectación en la mandíbula, orejas, párpados y pómulos. “Por la humedad del ambiente, Milo hace apneas profundas y deja de respirar”, se angustia Susana.
En la mayoría de los casos, la inteligencia de los niños con el Síndrome de Treacher Collins no se ve afectada, y la cirugía reconstructiva puede ayudar a mejorar la calidad de vida. Milo además sufre trastornos de alimentación: “Come poco, como un pajarito”, se preocupa su mamá.
En 2013, Susana se había inscripto en un plan estatal de vivienda (N° de Inscripción 135050-3) para conseguir un lugar donde vivir. El año en que Milo nació, Susana actualizó sus datos de registro en el Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y de Vivienda (IPDUV), pero “hasta hoy voy y vengo de aquí para allá, cambian los gobiernos y sigo en la dulce espera. Hablé con decenas de secretarios privados incluida la secretaria privada del gobernador Leandro Zdero y todos se lavan las manos”, explica a Telefe Noticias.
En la primavera de 2023, gracias a la intervención de la Fundación Luz -que lucha por la autonomía e inclusión para personas con discapacidad visual-, a Susana le adjudicaron un terreno en la Chacra 215. Pero ella y su pareja nunca lograron juntar el dinero para comenzar a construir.
Foto: El domingo fueron hasta el terreno adjudicado en Chacra 215. “Pusimos unos palitos y Milo bautizó la obra “Casa Feliz de Milo”
“De todos los expedientes que tuvo Milo, uno solo (N° E-28-2024-10365) quedó en la secretaría privada del IPVUD, para que el presidente del organismo, el arquitecto Jorge Fernando Berecoechea, lo leyera… Hace más de un año y meses que sigo esperando, rogando, escribiendo, consultando…”.
Por un lado, a Susana le dicen “si usted tiene terreno, para nosotros es más fácil construir"; por otro, se contradicen: "por el momento no tenemos ni agua ni luz por esos lados". En la zona donde consiguió el terreno, sin embargo, ya hay gente viviendo sin agua corriente, relata. "Hay bajadas de luz, SAMEEP -la compañía de servicios públicos de agua en Resistencia- lleva carga de agua todos los días, pero como las autoridades del IPVUD no caminan por esos lados para hacer política, no lo saben”, señala Susana.
“Me harté de que me tomen el pelo. Me cansé de promesas, de escribir y preguntar y que me claven el visto”, se indigna la mamá de Milo Lockett.
Susana está dispuesta a pagar cuotas, pero nadie le da una solución.
“En redes sociales se puede observar que el interior de Chaco recibe bastante ayuda, traen artistas a los que les pagan una fortuna. Mi hijo merece un hogar en condiciones. Para él es ésta, mi lucha”, subraya.
Ya perdió la esperanza en los políticos. Por eso ahora apela a la solidaridad de la gente: ofrece números para una rifa que le permita comprar materiales de construcción. “La gente es más solidaria que cualquier político y confío que gracias a la ayuda de todos, Milo tendrá una vivienda digna”.
Para contactar a Susana: +5493624-630143.
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