Portada  |  18 noviembre 2021

"Desde el primer día declaré el nombre del asesino de mi marido pero nadie lo investigó", denunció la mujer inocente que estuvo 12 años presa

María Gauna es oriunda de Arequito y, en diálogo con Telefe Santa Fe, relató la noche en que asesinaron a su esposo. Por el hecho, estuvo tras las rejas desde el 2005 hasta el 2017. Allí la absolvieron.

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" Estuve privada de mi libertad desde el 6 de febrero del 2005 por un crimen que no cometí . Mi carátula fue homicidio doblemente calificado agravado por el vínculo: me culparon por asesinar a mi marido siendo que hay un culpable", comenzó relatando María en diálogo con Buen Santa Fe.

La noche

María Gauna recuerda con lujo de detalles qué fue lo que ocurrió la jornada en que asesinaron a su esposo. "Ese día trágico fue un sábado. Habíamos propuesto ir a cenar a la casa de una hermana. Cenamos cada una de nosotras con esposos y sus hijos: yo no tengo hijos. Ese día, mi marido Omar había invitado a una sobrina a un circo . Fue al circo con su sobrina y mi sobrino, al regresar cenamos pizzas. Me acuerdo que fue encargada. Ese día, después de cenar, fuimos a llevar a la nena a la casa de su mamá. Dejamos a la nena y nos dirigimos a Nuestra vivienda Una vez Que regresamos, soy la primera Que Bajo del auto:. Hacia Seis meses Que estabamos casadosy no teníamos cochera. Mi marido dejaba el auto en la cochera de mis suegros, de sus padres. Quedaba a solo 250 metros. Al bajar, ingreso a mi casa y me encuentro con una anormalidad que no era frecuente: una puerta que daba al pasillo de nuestras habitaciones, que dejábamos abierta, estaba entrecerrada. Me llama la atención y lo primero que hago es dirigirme hasta ese pasillo: abro la puerta y me encuentro con una persona alta, encapuchada, barba y ojos celestes, con un arma en la mano ".

"Cuando veo a esa persona, pego el grito por el susto que me dio. La persona me toma de la cintura, me dice 'no te va a pasar nada'. Cuando me dice así, En ese momento llega mi marido, escucho que desde afuera me dice 'abrí la puerta'. Él me dice 'vas a abrir la puerta y no vas a decir nada que yo estoy acá'. Mi marido volvió en bicicleta, la tenía en la mano. reconozco la voz. Era la voz de mi cuñado 'Pirulo'. Le digo 'reconozco tu voz, sos Pirulo, va a venir Omar'. En ningún momento asiente que es él. Me dice 'dame la plata'. Le digo no tenemos dinero, que era poco lo que teníamos porque lo usábamos para la diaria. Le digo 'tengo dinero en el placard del dormitorio. Me dice' dame el dinero que hay '. Abro el placard, estaba en un cajón y no había menos de $ 1000. Me dice' tirate en la cama que te voy a atar de las manos '.Él se acercó detrás mío y le dice 'qué hacés, Pirulo'. Del susto se le cae la bicicleta. Dice 'entren porque los mato'. Luego lo ató a mi marido. Decía constantemente 'dónde está la plata' ", continua.

Además, aseguró que el ladrón iba con propósitos claros. "Quería plata porque mi marido tenía que hacer una transacción. Tenía que retirar dinero para pagárselo a su papá, pero no lo sacó porque su contador le dijo que en Arequito había muchos robos y era peligroso. Eran 25 mil pesos, mucho dinero para ese entonces. Optó por hacer una transferencia. Él se enteró que mi marido iba a sacar el dinero. Cuando nos dejó arrodillados, él pedía constantemente la plata. Él quería la plata. Me acordé que tenía un dinero de mi hermana Olga, que estaba ahorrando para festejar los 15 años de su hija Laura. Con las manos atadas, busqué el dinero como pude. Le doy el dinero, le digo ‘lo único que quiero es el escrito’. Luego me hizo arrodillar al lado de mi marido. Siempre apuntándonos con el arma. Siguió pidiendo más plata".

Luego, contó cómo fue el último momento en que vio con vida a su esposo. "Dice 'ahora voy a darles algo de tomar y se van a ir a dormir, mañana, cuando se despierten, hagan la denuncia'. Se dirige al bañito, trae una bolsita de papel madera y saca una sustancia. Se dirige hasta la cocina, retira coca cola, dos vasos y revolvía. Nos dio de tomar eso. Yo tomé todo. Él no alcanzó a tomar todo, yo sí. Él se volcó todo. En ese momento, saca de esa bolsita un celular y habla a personas que estaban afuera. Dice ‘todo bien, si no salgo en cinco minutos, entren’. Seguía pidiendo plata y le decíamos que le habíamos dado todo porque no teníamos más. Decía ‘dónde está el celular’. Mi marido le dice que estaba cargando en la cocina. Y nos dice 'bueno, ahora se van a acostar'. Nos dirigimos hacia el dormitorio. Nos preguntó si teníamos armas y nos negamos. Cuando nos hace desvestir, en ropa interior y luego yo despierto en el sanatorio".

La causa

María Gauna relató que, para ella, "comenzó el calvario cuando a mí me llevaban al sanatorio. A mí me cortaron las venas de mis dos muñecas. Yo he perdido el 80% de la sangre. Viví de milagro. Cuando me estaban trasladando a la ciudad de Casilda, tuve dos paros cardiorrespiratorios. El médico decía que no iba a llegar con vida. Luego estuve en coma. Me hicieron dos operaciones para suturarme. Después de haberme operado, me toman declaración estando bajo anestesia y con calmantes. Me encontré, de repente, con una persona que me dijo ser la jueza y personal policial. Ni siquiera un abogado. Desde el momento en que me tomaron la declaración, nombré a la persona que estaba en mi casa que era el cuñado de mi marido".

"En 2008 me condenan a prisión perpetua. Esto se apeló a cámara y siguen confirmando la condena. Gracias a Dios aparece un informe médico y se presenta a la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, que es la que me absuelve y se da cuenta. Es la que estudia bien el caso. Ese informe científico demuestra que yo no me hice los cortes en la mano izquierda. Al ser diestra y tener profundes cortes, es imposible que pudiera tomar el elemento cortante y cortarme la mano izquierda. La Corte Suprema, a través de un recurso de libertad, me absuelve. Estuve 12 años privada de la libertad injustamente, dando desde el primer día que declaré el nombre del asesino. El asesino se llama Omar Enrique Longarini, cuñado de mi marido, y jamás fue investigado", detalló.

En este sentido, indicó que la causa "tuvo muchísimas irregularidades". Y enumeró: "en nuestra casa no pusieron la faja de seguridad. La pusieron a los cinco días de sucedido el hecho. Allanaron la casa en dos oportunidades sin autorización de un juzgado. Mi familia pedían a gritos análisis para ver qué era lo que nos dieron de tomar a mí y mi marido y un personal policial de apellido Balbi dijo que salió negativo. Después, dijo que él había mentido, que no analizó nada. Mintió para ayudar a su señoría a esclarecer el caso".

Su vida

Acerca de su presente, María contó: "estoy viviendo en Corrientes, porque había pedido, estando casada con Omar Bartolelli, el traslado interjurisdiccional de docentes. Fui reubicada acá en una escuela de Corrientes. Estoy residiendo donde nací, en Sauce, Corrientes".

Además, contó: "mi ex cuñado, Omar Longarini, sigue viviendo en Arequito. Sigue suelto un asesino, caminando por las calles de Arequito. En mi casa, está la hija de esta persona y constantemente esta persona está en mi casa y nunca fue investigado. Yo he sido objeto de investigación. Todas las pruebas son para incriminarme".

"Desde que recuperé mi libertad, iba y venía porque por la causa judicial tenía que viajar a Arequito. Todavía estoy pidiendo a la justicia que me devuelvan mi casa, mis pertenencias. Sigo insistiendo. Sigue la injusticia conmigo. Va a hacer cinco años que estoy en libertad y no puedo recuperar nada. Ni mis objetos ni mis pertenencias, ni mi título. Quiero pedir justicia por mi marido, recuperar mis cosas y ser heredera de lo que le correspondía a mi marido", cerró.

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